Las personas más tercas del mundo son esas que intentan
cerrar historias con puntos finales & tomar decisiones que el corazón no
aprueba, son quienes inventan excusas como que el tiempo paso, todo está bien y
la herida ha sanado. Son realmente tercas cuando intentan convencerse de haber
encontrado la felicidad en alguien más para no reconocer que todavía duele, que
todavía sangra la herida y que las ruinas siguen siendo ruinas. Siguen suspendidas
en el tiempo pensando en el dolor aun latente, aun no superado. Todavía lloran por
recuerdos pasados que no dejan de lastimar, & se vuelven tan expertas en el
tema cuando ya no escuchan a su propio corazón & se mienten a sí mismas.
& por primera vez estoy hablando de mi misma, & no quiero reconocer que
todavía sigo pensado en las personas culpables de cada grieta en mi & que
su recuerdo es el fantasma que se aparece por las noches o justo ante la mayor
oportunidad de mi vida. Esta vez soy yo la terca que no quiere oír a su corazón
& que finge haber pasado de pagina & acá nada paso. Mentira, en
realidad aun duele el recuerdo y no hablo de la persona que lo hizo, sino del miedo
y el dolor que pase y el terror de solo pensar que volvería a vivirlo…
tristemente soy yo, la que miente todos los días para continuar, sin saber que
día tras día se desvanece en mi la esperanza de por fin dejar los miedo atrás e
intentar por fin, llenar mi alma llena de nada.