sábado, 28 de julio de 2012


No fue hace más de un par meses que empecé a curarme el alma con la vida hecha trizas, estaba tan irreconocible. & sentí un chispazo de felicidad cuando empecé asistir a clases de escalada. & pues si, después de pasar por una época tan tenebrosa ves que te queda un atisbo de felicidad en tu interior, no te queda más remedio que agarrar esa felicidad de los tobillos & no soltarla aunque acabes con la cara entera aplastada en el fondo del precipicio.