No soy un coche que pueden reparar y poner en marcha, ni mucho menos una flor que pueden cortar y esperar que nunca se marchite. Yo no funciono así. Tengo conceptos muy diferentes sobre amor y amistad, que van mas allá de pasar a diario conectados o salidas cada fin de semana. Necesito mi espacio, mientras más me abruman con sus reproches sobre mis ausencias o su palabrerio absurdo fuera de control, más me ausentó y alejo , provocando ese defecto mio de irme sin previo aviso ni explicaciones. Siento, en verdad siento que muchos que no me conocen del todo tengan que conocer esta parte rara de mi antes de llegar a conocerme bien. Pero es lo que soy. Una joven que no vive en redes sociales, que no las ocupa a diario porque fuera de eso tiene una vida que pese a mucha mierda, vive. Y la vive con lo más importante del mundo su familia. Hay una razón por la cual mis mejores amigos son los mismos de siempre, y es gracias a ese tiempo y espacio que nos damos(claro que la que se excede siempre soy yo) y que simplemente comprendemos. Es algo especial que nos recuerda que aunque no estamos físicamente juntos ni hablamos a diario, sabemos que siempre estaremos ahí pese a todo. Y esa es precisamente otra razón por la cual mis antiguas parejas y yo terminamos aniquilados (unos más que otros) porqué ellos no supieron entender esa cosa extraña que prima Marce la rara hace; tener su propio espacio donde se siente libre y en equilibrio.