lunes, 22 de septiembre de 2014

Virginia Wolf escribió: <como el amplio continente de la vida de una mujer se proyecta siempre en la sombra de una espada>. Una de las caras de esa espada, según ella, es la de las convenciones, la tradición y el orden, donde <todo es correcto>. Pero la otra cara de la espada, si estás tan loca como para elegirla y llevar una vida ajena a las convicciones, es donde <todo es confusión> y <nada sigue un curso normal> En su opinión, si una mujer rebasa la sombra de esa espada, puede llevar una vida mucha más interesante, pero también será más peligrosa. Creo que es claro en cual cara de la espada vivo.  Llevo una vida ajena a las tradiciones, lo correcto y en donde todo es jodidamente confuso. Yo me alegro de que, al menos estudio una carrera, escribo, voy a escalar y hago yoga.  Eso la gente lo entiende. Ah, está sola porque no tiene tiempo para relaciones y se dedica a su carrera y actividades. Pues es verdad aunque no lo sea del todo. Pero dicho esto, tengo que admitir que –comparada con la vida de las jóvenes de mi familia, que tienen empleo,  relaciones largas y formales y anhelos de ser madre- yo me siento bastante inestable cuando me encuentro con ellas. A mis aturdidos 21 años ni siquiera he tenido un solo empleo o dirección de mi propia casa  y eso en mi familia es casi un crimen. La mayoría de mis familiares a mi edad ya contaban con un hogar propio y con hogar me refiero a pareja hijos y toda la cosa (claro que era otra época, igual). Yo en cambio vivo con mi madre en una habitación llena de pinturas y paredes cubiertas de fotografías (al que todos llaman el <cuarto de la prima soltera> por su ventana de madera mira los talapos vestida de novia a la fuerza, añorando la juventud perdida). Uno de mis mejores amigos parece encantado con esta solución; quedarnos solteros y recorrer el mundo en una kombi. A mí me parece estupendo, aunque soy consciente de que, si me paso la vida haciendo de solterona trotamundos, corro el peligro de convertirme en <la rara de la familia>. Aunque, bien mirado, puede que ya lo sea dado mi reciente historial…

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