El día que no te cueste apretar el botón para borrar sus
mensajes. El día que puedas evitar llamarle, la noche que no desees verlo, la
madrugada que no sueñes con él, el segundo en el que no pienses donde estará. El
minuto en el que no sufras sabiendo que esta con otra, las horas en que sus besos
no sean tuyos. Cuando consigas que tu vida no gire en torno a él, entonces le habrás
olvidado...