Este día ha sido un desastre. Me pase
todo el día tan furiosa & llena de odio que temía por la vida de cualquiera
que se me cruzara. Le doy un bufido a una pobre chica de nuevo ingreso que se
me acerca para preguntar donde hay una biblioteca. Me avergüenzo tanto de mi
ataque de furia que me escondo en un baño de la universidad (¡otro!) donde
rompo a llorar, & me indigno conmigo misma por llorar, porque siempre me he
repetido que debo procurar no venirme abajo sin parar para no convertirlo en
una mala costumbre. No quería que nadie me dirija la palabra. Ahora mismo no
soporto ver la cara de nadie. Hasta logro dar un esquivo a Jhona mi compañero
molesto, pero a la hora de la siguiente clase me ve & se sienta –el muy
valiente- en mitad de mi nube negra de autofobia, nada mejor que un rico
almuerzo para arreglar ese humor ¿no? ... Intervención mas oportuna justo lo que necesitaba para calmar semejante enojo - comida-
Gracias Jhona!