Hoy estoy
rota. Si lo admito. Pero esta vez es diferente. Y mientras lo escribo puedo sentir
un dolor que me está matando en la cintura, un dolor en la espalda, unos
calambres insoportables, una cosa en la garganta muy extraña, una especie de congestión
general. Pero lo más triste de todo esto, es que esto no es producto de haberme
quedado todo el día bebiendo con mis amigos, porque eso de última no tendría tanto de malo. Este dolor mis queridos
lectores es igual a enfermedad, por ahí,
el comienzo de mi temprana vejez, estoy
caducando esto es así y lo tengo que admitir. Mi envase esta casi en fecha
de vencimiento. Es triste pero es así, igual no lo pienso reciclar con años de
medicamentos, terapias y tardes donde el psicoterapeuta, ni mucho menos con cirugías
ni nada de eso. Tampoco tengo el dinero suficiente para hacerlo si quisiera. Recuerdo otros años en los que por ejemplo estábamos con mis amigos en
las tardes y hacíamos un desastre entre comidas, luego bebíamos, de ahí derecho
a tirarnos solo un par de horas para dormir, nos levantábamos con la cara hecha
milanesa y así nos íbamos a estudiar con una sed que nos moríamos, continuábamos
en la tarde. Y no pasaba nada. Todo estaba bien. Hoy llego a seguir así y dormir
solo un par de horas, y termino metida en la cama de algún hospital de una, tampoco
es que este al borde, pero estoy en el
principio y desde aquí lo puedo ver, puedo ver mi borde. Seguir de largo
hoy a mí me empieza a pasar factura. Por eso hay ciertas cosas y medidas que debemos
cambiar... aunque igual como estamos medios locos siempre las hacemos pero aun así;
eventually, everything goes away.