martes, 7 de mayo de 2013

Dios, es una palabra ya vista muchas veces en este Blog, parece algo ilógico que me detenga hasta ahora a explicar a que me refiero cuando empleo esa palabra, para que la gente pueda decidir cuanto antes si se van a ofender mucho o poco. Dejando para luego el debate sobre si Dios existe (no, mejor vamos a saltarnos el tema del todo) déjeme aclarar primero porque uso la palabra Dios cuando podría usar perfectamente las palabras Jehová, Ala, Siva, Brahma o Zeus. Por otra parte también podría llamar a Dios <Eso>, tal como lo hacen las antiguas escrituras sánscritas. Pero ese <Eso> me parece impersonal y en cuanto a mí se refiere son incapaz de rezar a un <Eso>. Necesito un nombre propio para apreciar debidamente esa sensación de asistencia personal. Por ese mismo motivo, al rezar no dirijo mis plegarias al Universo, ni al Gran espacio, la fuerza, el Ser Supremo. No tengo nada en contra de ninguno de estos términos. Me parecen iguales, porque son todos descripciones, adecuadas o inadecuadas, de lo indescriptible. Es cierto que cada uno de nosotros necesita dar un nombre informal a este ente indescriptible y como <Dios> es el nombre que a mí me resulta más cercano, es el que uso. Culturalmente nací en el seno de la comunidad católica pero teológicamente y en sentido estricto no soy una persona católica, lo único que puedo hacer aquí es disculparme por cualquier posible ofensa y prometer no inmiscuirme es sus asuntos. Invariablemente me he identificado con muchas religiones, me produce una profunda emoción oír decir a alguien que Dios no vive en un texto dogmático  ni en un distante trono en los cielos, sino que convive estrechamente con nosotros, mucho más próximo de lo que podríamos pensar. Dicho esto lo que pienso de Dios es muy sencillo. Lo pondré en un ejemplo para explicarlo: mi abuela tenía una perra hermosa, la había rescatado de las calles, era una mezcla de unas diez razas distintas, pero parecía haber heredado los mejores rasgos de todas ellas. Era de color marrón, cuando la gente preguntaba: <¿De qué raza es?> Mi abuela siempre contestaba lo mismo: <es una perra marrón>. Asimismo, cuando me preguntan <Tu en que Dios crees?>, mi respuesta es sencilla: <Creo en un Dios grandioso>.

1 comentario:

  1. Me encanta tu descripción de Dios, le quitas la porquería a las religiones y le dejas lo bueno que puedan tener y haces el Dios que debería de ser.

    Soy Ateo pero, tengo mi propio concepto que lo defino con esta frase:

    El Universo, mi Dios; La Ciencia, mi religión

    ResponderEliminar