viernes, 14 de marzo de 2014


La vida no es siempre lo que crees que debería ser, no estamos preparados para muchos sucesos. Como el deceso de un ser querido. Y como poder estar preparado para algo así. Aunque todo el mundo habla sobre la muerte, no es hasta que vives una perdida que conoces sobre ella. Y ese segundo entre la vida y la muerte te cambia la vida y la de los tuyos también. Es ese momento donde decides escapar de la realidad o recoger tus lágrimas y guardártelas para cuando realmente las necesites. Acostumbrarte a ver ese cuchillo afilado de una larga o corta vida que comienza a ser afilado por la boca de aquellos quienes sabían que exististe. Y dejar de intentar hallarle sentido a lo que paso, porque simplemente no puedes hallarle un sentido. Los funerales no lo logran tampoco la memoria. Así que, aunque nos cueste respirar adecuadamente después que un ser querido muere, seguir de pie es la mejor opción.

13/03/2014

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