La vida no es siempre lo que crees que
debería ser, no estamos preparados para muchos sucesos. Como el deceso de un ser querido. Y como
poder estar preparado para algo así. Aunque todo el mundo habla sobre la muerte,
no es hasta que vives una perdida que conoces
sobre ella. Y ese segundo entre la vida y la muerte te cambia la vida y la
de los tuyos también. Es ese momento donde decides escapar de la realidad o recoger
tus lágrimas y guardártelas para cuando realmente las necesites. Acostumbrarte a
ver ese cuchillo afilado de una larga o corta vida que comienza a ser afilado
por la boca de aquellos quienes sabían que exististe.
Y dejar de intentar hallarle sentido a lo que paso, porque simplemente no puedes hallarle un
sentido. Los funerales no lo logran tampoco la memoria. Así que, aunque nos
cueste respirar adecuadamente después que un ser querido muere, seguir de pie
es la mejor opción.
13/03/2014 †
13/03/2014 †
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