miércoles, 12 de marzo de 2014

Dormir otra vez se me ha hecho difícil últimamente. No consigo descansar y como lo dije una vez; dormir es una bendición, porque si no duermes, no hay manera de salir de la zanja. Creo que necesito una cita con mi viejo y calvete psicoterapeuta. Pero como muchos saben, soy muy vacilante al pedir ayuda profesional en estos temas. Lo cierto es que ir a verle esta vez, no sería por algún problema amoroso o por los desastres de las enfermedades que han afectado a mi familia, que son los problemas por cuales me he pasado muchas horas con Ricardo el psicoterapeuta pelón. Esta vez el problema del insomnio y las pesadillas se me está saliendo de las manos. No lo saben muchos pues no es un tema que se saque a mitad de una plática, además no me siento cómoda al contarlo, pero llevo meses sufriendo de pesadillas que me hacen despertar agitada, desesperada, con mucho miedo y bañada en sudor. Haciéndome perder el sueño por el resto de la noche. Hecho que me pone de mal humor y sin mencionar el desgaste físico y mental que me provoca. He llegado al punto que me asusta cuando llega la noche, porque sé que me esperan horas y horas de ver el techo o puede que logré conciliar el sueño pero no tardare en despertarme bruscamente con alguna horrible pesadilla, y vamos que si de pesadillas hablamos son espantosas, las detesto, me quitan mucho, me abruman… 
En fin espero poder solucionar esto lo más pronto, y regresar con posts pendientes de un temilla que algunos ya preguntan cómo anda. Hasta luego. 
Dulces sueños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario