Como un árbol seco sin hojas ni color,
que se tambalea hacia adelante entre una espesa neblina.
Crujiendo de dolor, truncando uno por uno sus retoños,
llevado por la locura sus débiles ramas se han roto bajo el peso del dolor.
Cayendo, alejando a todos a su alrededor, con su ramaje doliente y enfermizo,
mira con ilusión a la también solitaria luna,
que se levanta por compasión y le acompaña en su ultimo adiós.
Joder que bien escribes =D
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