La forma de demostrar que somos fuertes es siendo compasivos. Cuanto más amor por los seres cultivamos, más fácil se vuelve la vida: se es
menos vulnerable, se aprende a ver con otros ojos a enemigos y amigos. Y los
cambios se aceptan con más serenidad… pero hoy no me siento fuerte, hoy me duele el corazón. Quitarle el
aguijón a situaciones desagradables por muy fuertes que seamos sigue siendo muy
difícil. El dolor de un deceso o la indignación ante una injusticia puede segar a cualquiera. Y el reto siempre consistirá en sabernos mantener a flote.
24/07/2014 †
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