Algunas
personas no saben cómo reaccionar ante una terrible situación, & yo no fui
una excepción. Me molestaba que las personas me dieran explicaciones simplistas
& comentarios poco serios, con el fin de animarme. Me irritaba el que citaran Romanos 8:28: todas las cosas cooperan para bien, sin haberse ganado el derecho de tratar de
restarle importancia a mi dolor. Sentía deseos de decir:”Hábleme de eso en otra
ocasión. Hábleme cuando su hijo sea Down & a los dieciséis años tenga
Leucemia. Venga a verme cuando haya tenido una experiencia como ésta, &
entonces hablaremos otra vez”. A veces nos acostumbramos tanto al estilo de
vida “tenemos que estar animados” que
nos volvemos farsantes. Durante muchos meses, casi escuche a la gente decirme: “No
diga esas cosas. ¿Qué pasaría si le oyera Dios?” Cómo si Dios no supiera lo que
yo estaba pensando & con lo que estaba luchando! Él sabía lo que estaba
experimentando, & él comprendía mi ira.
Me acuerdo de
una amiga de la familia que vi en un restaurante, unos días después que mi hno tuvo su primera quimio, Estaba sentada en una mesa, & cuando pase caminando
por su lado, me tomo de la mano. Dijo: “Marce, creo que Dios ha permitido que
esto ocurriera porque ha traído un avivamiento a tu familia” Le dije:” &
que va hacer Dios para traer otro avivamiento después que esto haya pasado, cortarle
una pierna? ¿& Más tarde un brazo & luego otro? No habría
suficiente de mi hno para mantener avivada a nuestra familia, si eso fuera la
necesario”.
Cuando uno
comienza a buscar respuestas insignificantes como ésas, se deshumaniza a las
personas que sufren, & se insulta a Dios. No podía encontrar una
explicación del porque mi pequeño ángel ha padecido tanto, pero sabía que las
respuestas que me habían dado no eran correctas. Probablemente, lo más
importante que aprendí durante todo ese proceso, es lo siguiente: Me di cuenta
por completo, de que sólo tenía dos opciones. Una era continuar enojada con
Dios & seguir el camino de la desesperación en que me encontraba. La otra
era dejar que Dios fuera Dios, & de alguna manera decir:” No sé cuál es el
significado de todo esto. No comprendo por qué ha ocurrido. No voy ni siquiera
a pedir una explicación”... & dejé todo en las manos de Dios. Fue cuando
decidí hacer eso, que pude hacerle frente a mi situación. Reconozco que después
de muchos meses aún tengo algunas cosas. Todavía el ver a mi hermano sufriendo
las consecuencias de la quimio, me revuelve el estómago. Pero he llegado a darme
cuenta de que Dios tiene un propósito supremo & sencillamente yo no
entiendo ese propósito. No hay ninguna otra opción. & nuestra familia escogió
aferrarse a Dios.