lunes, 26 de agosto de 2013

¿Exigente? Pues si lo soy! Desde pequeña se me ha permitido esperar mucho de la vida, y con mucha dificultad he luchado por que se me permita crear un concepto de mi propia existencia y de mi futuro amoroso que es mucho más ambicioso que el de la mayoría de jóvenes entrada a la veintena. Yo quiero a un hombre que este a la altura de mis expectativas. Lo que me recuerda un artículo que leí sobre una mujer inglesa que hizo un viaje a Estados Unidos en 1919 y que escandalizada escribió una carta a sus familiares británicos contándoles que los americanos malgastaban el carbón, para calentarse todo el cuerpo entero a la vez! Luego de leer este articulo me dio por pensar que quizá a mi me pasaba lo mismo en el aspecto sentimental, al pretender que el hombre que quiero sea capaz de calentarme todo el mecanismo afectivo a la vez. Una relación requiere dedicación porque significa que has puesto tu felicidad en las manos de una sola persona. En esa pagina donde leí el artículo de la mujer inglesa, encontré otro donde una encuesta reciente revela lo que de verdad buscan las jóvenes una pareja; un hombre que las “inspire” requisito no muy fácil de cumplir. Para establecer un punto de comparación el artículo comparaba una encuesta de 2000 donde jóvenes respondieron que buscaban: un hombre “honesto y decente” con capacidad para mantenerlas. Pero hoy en día ya no basta con eso ¡Ahora queremos que nuestra pareja nos inspire! ¡Todos los días! ¡Ponte las pilas! Por cierto es exactamente lo que yo siempre esperaba del amor (inspiración, felicidad) creía que nuestro papel como pareja es “serlo todo” para el otro. Eso pensaba y lo seguiría pensando si esos artículos no me hubieran hecho replantear mi argumento. Porque resulta que por primera vez en la vida, me estaba planteando que quizá tenía un concepto demasiado exigente de una relación. 

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