El
Bhagavad Gita- la base sanscrita fundamental del yoga, mantiene que más vale
vivir tu propio destino imperfectamente que vivir a la perfección el destino de
otra persona. Por eso comencé a vivir mi propia vida. Por imperfecta y torpe
que parezca, al fin comienza a parecerse a mí, la mires por donde la mires. Mi
vida comenzó adquirir grandes proporciones de sentido y felicidad cuando deje de tratar de demostrarme a mi misma
o a cualquier otra persona que era una mortal delicada, cansada, rota y frágil.
Comencé a recordar quien en realidad
soy: una persona que desciende de innumerables generaciones de seres humanos
que SOBREVIVIERON. En una palabra, por describirlos: FUERTES. Yo no sé lo que
millones de personas han padecido y padecen. Pero te puedo decir sin ninguna
duda que tú también eres fuerte. Si estás aquí en la tierra, es porque tus
ancestros sobrevivieron. Sobrevivieron cosas impensables, insoportables. Y tú
también lo harás. Asique en esos días, cuando siento que me pongo llorosa o
trágica o víctima o abrumada o en pánico y paranoia o en autocompasión, me digo a mi misma: Pues
bien Marce, son sentimientos naturales, no tienes por qué avergonzarte de nada
de eso. Pero no deshonres la lucha y la resistencia de tu herencia humana
jugando débil, sin volver a intentar levantarte. Porque eres fuerte. Como estoy
segura que tu también, eres más poderoso de lo que puedes imaginar. Asique
vamos de frente, sea lo que sea, vaya a ser un guerrero. FORZA!
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