Cuando
alguien desaparece de tu vida, y puede que ya no vayas a ver a esa persona
nunca más, o si las cosas con esa persona han cambiado o simplemente si su camino
se separa del tuyo y no puedes decirle todas las cosas que te quedan o gustaría
decirle. Puedes coger papel y lápiz. Y escribirle una carta que puede ser eterna
o una palabra, se la escribes a esa persona que se fue pero no la mandas, la
doblas y luego la acercas a una llama y
la quemas, entonces el viento se la lleva... Y así el dolor ya no se te queda tan dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario