La
niña de los ojos como platos, como platos rotos. Dejo de ser niña y se
convirtió en mujer. Dejo de ser mujer y se convirtió en nada. Le duele escuchar
las voces de aquellos quienes accidentalmente ahora conocen cada rincón de su ser. Pequeña despierta, la vida es como un abrir y cerrar de ojos… Pequeña inhala,
siente como el peso de tus actos caen. Pequeña prepárate, para cambios en tu
vida que nunca pensaste. Oh pequeña sonríe, que la simplicidad de reconstruir
todo no se sienta difícil. Pequeña ponte de pie, nadie puede salvarte de la
nada en que te has convertido excepto tu misma. Pequeña lucha, que esa chispa
de vida no se apague y aleja el vació que duerme a tu lado. Pequeña acepta
nuestra ayuda! sabes que no sabes qué hacer. El amor que se comparte es el amor
que puede salvarte pequeña… Se escucha a diario como una bandada de hirientes
susurros atravesando las paredes de papel en aquel hogar… Y la
pequeña mujer convertida en nada acepta nuevamente ayuda, pero se va.
Hasta luego o hasta nunca, hasta algo…