Con los ojos semi-abiertos, contemplando el momento.
Me muerdo la lengua y quemo mis sueños.
Mi voz se hace pequeña al hablar y los pensamientos no paran de llegar.
No se puede dar marcha atrás, aprendemos de los tiempos en que estamos malditos y de lo que más tememos. Aprendemos de lo que más odiamos, como… decir adiós.
Con los ojos semi-abiertos, contemplando el momento.
Me muerdo la lengua y quemo mis sueños.
Mi voz se hace pequeña al hablar y los pensamientos no paran de llegar.
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