sábado, 21 de febrero de 2015

Conozco personas que se pueden instalar en cualquier sitio del mundo siempre que les dejen un esquinita; yo no, porque soy muy  inquieta. Claro que quiero mi esquinita, pero si se trata de instalarme para siempre quiero estar segura de donde y con quien me estoy metiendo. Creo haberlo mencionado un par de veces ya, yo no me quedo por mucho tiempo y ese es uno de mis peores defectos por no decir el peor. Y  es precisamente esa inquietud que me convierte en una escurridiza  <Prima Marce, la Loca> que se marcha sin previo aviso ni explicaciones.


Ruego me perdonen por ello.


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