viernes, 6 de diciembre de 2013

San Agustín decía: “Ama, pero fíjate bien qué es lo que merece amarse”. A mi parecer el amor agustiano es el tipo de amor con el que más estoy de acuerdo, pues no es irracional y va aparejado con la sabiduría, por el hecho de que el amor no se da sin antes saber bien en lo que te estás metiendo. Es decir, la libertad de vivir un amor fulminante o un amor sapiente. En donde podemos prever grandes fracasos amorosos. Pero, es posible que alcancemos la madurez precisamente gracias a nuestras decepciones amorosas. Igual pedir a una veinteañera que sepa automáticamente todo lo que una mujer de 40 años tarda en aprender es suponerle mucha sabiduría a una mujer tan joven. No será que hay que experimentar la angustia y los errores del amor fulminante antes de poder alcanzar el amor sapiente?
Yo solo sé, que no sé nada.

Ser Felices!

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