Que
quiera una esquinita cálida no significa que me quiera instalar en cualquier
sitio o con cualquier persona. No puedo, porque soy demasiado inquieta. Lo que
me hace embarcarme constantemente en proyectos que me impiden ser una esquinita
para alguien más, es egoísta, pero así soy. Aunque no pierdo la esperanza que
un buen día alguien cambie eso. Un buen día en donde este escurridizo antevasin
siente cabeza en un rincón con su pérdida otra mitad. Una esquinita privada, a
solas con mi hombre, donde todo irá bien, y todo irá bien, y
todas las cosas del mundo irán bien.
jueves, 27 de febrero de 2014
miércoles, 26 de febrero de 2014
...Pero
cuando has pasado años receloso ante cualquier sentimiento, volver a confiar en
alguien parece algo casi imposible. Al menos que la persona que llenara tu vida
de sorpresas al fin haya llegado. De lo contrario estas continuamente dándote
de cara contra tus miedos y con la difícil decisión de dar un voto de
confianza. Todo esto solo me hace pensar en una historia de mi infancia. Cuando
era una pequeña mis padres se la pasaban trabajando hasta tarde y hubo un
tiempo donde mi maravillosa abuela cuidaba de mi. A veces me despertaba
asustada a mitad de un mal sueño, y entonces iba corriendo a meterme a los
brazos de mi abuela que descansaba en un viejo sofá. Al ser ella la única imagen
de sabiduría y de seguridad en la que pensaba al despertarme de esas pesadillas,
no tardaba en llegar con ella y halarle su falda susurrando: “Me das una
esquinita”. Dormida, pero sin quejarse mi abuela se apartaba para dejarme un
sitio cálido en el viejo sofá. No era mucho pedir; yo solo quería una esquinita tibia… Desde que me ha tocado crecer
y madurar mucho más rápido que la mayoría de jóvenes de mi edad en estos
últimos 5 años, nunca he pedido mucho más que eso.
...Una esquinita. Una pequeña esquinita en la larga y curiosísima historia del amor.
...Una esquinita. Una pequeña esquinita en la larga y curiosísima historia del amor.
Atrapado
durante años en un bosque solitario que te hace sentirte encerrado cuando todo
a tu alrededor esta en llamas. Y en mitad del incendio, estas atado a un árbol
incapaz de moverte, mientras las ramas y arboles se desmoronan alrededor tuyo. Y todo se va llenando de humo. Me da mucha pena, el panorama no es muy agradable
¿verdad? Pues para mi esa es la descripción de como realmente muchos nos hemos sentido debido a nuestras
experiencias. Eso que un día nos dejo marcados, tristes y decididamente
recelosos ante la prometida felicidad. Pero al final todo aquel que ha caminado por el
valle de las sombras del desamor, y que ha logrado salir. Ha vivido en carne propia esta aterradora
verdad: La única manera de sanar es confiando! Aun después de haber escapado de numerosos incendios.
sábado, 15 de febrero de 2014
Mi
mejor amiga me ha visitado esta semana, y verla además de ponerme de buen humor
me ha hecho recordar una etapa de mi vida que junto a ella logré superar. Una
etapa donde estaba llena de enojo y tristezas. Por supuesto que al recordar esos momentos me
he quedado horrorizada y con mucho asombro irónico digo: Fue por un hombre. Cuando lo escribí mis ojos se abrieron como
platos, y tenía un aspecto de alguien que se acaba de despertar de un mal
sueño. Me dije a mi misma ¿Puedes creer eso Marce? ¿Puedes creer que en
realidad estabas triste por un hombre? Aunque bien podría haber dicho: de un
burro? Me pareció el colmo de lo absurdo y cómico. Y me puse a reír. No una
risa amarga, sino una verdadera y satisfactoria. Lo cual es una locura porque
segundos antes estaba recordando lo mal que lo pase. Y luego me dio por pensar
que muchas mujeres han pasado por lo mismo. Es sorprendente como tantas chicas
hermosas e inteligentes una vez consideraron verdaderamente tirarse a la tristeza… por un hombre. Una vez yo hice
lo mismo. Otras personas también lo hicieron. ¿Cómo la gente puede perderse
plenamente todos los días en el amor? Es una locura. Es como arrojar nuestras
vidas, nuestra alegría, nuestro futuro, nuestro todo, nuestros dones y luz… solo por una persona. Pero en fin, con el
suficiente tiempo y espacio llegara el día en el que se podrán a reír –como lo hice yo- como si en ese momento
pudieras ver tu vida desde alguna gran distancia. Es ridículo y hermoso ver
como fuimos cautivados por los dolores más profundos. Simplemente absurdo no?
Por favor entienda: No es que –con este post- quiera restarle importancia o
disminuir la noción de angustia y sufrimiento que cada uno ha pasado. Es solo cuestión de perspectiva amigos.
Así que… Recuerde todo pasa, con el tiempo todo pasa.
sábado, 1 de febrero de 2014
He oído decir que la oración es
el acto de hablar con Dios mientras que la meditación es el acto de escuchar. Y
creo que a mí se me nota cual de las dos se me da mejor, podría pasarme la vida
contándole a Dios lo que siento y padezco. Pero si se trata de estar callada
escuchando, esa ya es otra historia. Meditar no se me da demasiado bien. No
consigo pararme la mente. No puede estar callada. Mi mente no se queda quieta
y las conversaciones que tengo con ella durante la meditación son algo así:
-Yo: Ven, vamos a meditar, tenemos
que concentrarnos en el mantra. Hamsa. Hamsa. Ham…
-Mi mente: Puedo ayudarte con este
tema ¿sabes?
-Yo: Ah pues qué bien, porque
necesito que me ayudes, ven. Hamsa. Hamsa Ham…
-Mi mente: Puedo ayudarte a pensar
unas imágenes bonitas. Como vamos a ver… Mira, esta está buena. Imagínate que
eres un templo en una isla! Y que la isla está en el océano.
-Yo: Uh pues sí que es una imagen
bonita.-Mi mente: Gracias. Se me ha ocurrido sin ayuda de nadie.
-Yo: Pero que océano estamos imaginando?
-Mi mente: El pacífico. Imagínate que estas en una de esas islas tropicales. No espera es demasiado turístico. Sabes qué? Olvida el océano es muy peligroso, se me ocurre una mejor idea: Imagina que eres una isla en un lago.
-Yo: Y que tal si nos ponemos a meditar?
-Mi mente: Si! Claro! Pero procura no pensar que el lago está lleno de ¿Cómo se llaman esas cosas?
-Yo: Motos acuáticas?
-Mi mente: Eso! Motos acuáticas! No sabes el combustible que gastan. Son una amenaza para el medio ambiente. ¿Sabes que más consume mucho combustible? Los…
-Yo: Ok, podemos meditar ya?
-Mi mente: Es verdad, si lo que quiero es ayudarte! Por eso vamos a olvidarnos de esa imagen porque no veo que funcione. Mejor imaginemos que eres una isla en medio de un rio! Imagina que los pensamientos que pasan flotando a tu lado son corrientes naturales del rio y puedes ignorarlos porque eres una isla.
-Yo: No habías dicho que soy un templo?
-Mi mente: Es verdad, perdona. Eres un templo encima de una isla. A decir verdad eres las dos cosas.
-Yo: Y también soy el río?
-Mi mente: No, el rio solo representa los pensamientos.
Yo- ¡Ya! ¡Ya! ¡ME ESTAS VOLVIENDO LOCA!
-Mi mente (ofendida): Lo siento, solo quería ayudarte.
-Yo: Hamsa… Hamsa… Hamsa
Aquí se produce una prometedora pausa de 8 segundos en mis pensamientos. Pero después…
-Mi mente: Estas enojada conmigo?
… Entonces, con un enorme suspiro, como si saliera a la superficie de una piscina a tomar aire, abro los ojos y me rindo. Y entonces le dije a Dios: <Lo siento mucho, pero esto es lo más que me he podido acercar a ti hoy>
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