Que
quiera una esquinita cálida no significa que me quiera instalar en cualquier
sitio o con cualquier persona. No puedo, porque soy demasiado inquieta. Lo que
me hace embarcarme constantemente en proyectos que me impiden ser una esquinita
para alguien más, es egoísta, pero así soy. Aunque no pierdo la esperanza que
un buen día alguien cambie eso. Un buen día en donde este escurridizo antevasin
siente cabeza en un rincón con su pérdida otra mitad. Una esquinita privada, a
solas con mi hombre, donde todo irá bien, y todo irá bien, y
todas las cosas del mundo irán bien.
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